lunes, 23 de abril de 2012

Narración al cielo limeño





Hablemos con el cielo estrellado de las noches de otoño,
es momento de contarle la historia
de estos desadaptados sin gloria
que viven en la costa
y escriben poesía a escondidas.

Hablemos con el cielo de Lima,
tan plomo, tan gris, tan callado
el testigo nublado de nuestras andanzas
en pastos y avenidas
con un cigarro en la mano.

Contemos lo infelices que fuimos
por un día
para convertirnos, luego
en un par de locos cantando
una canción de Calamaro
mientras los poemitas nos salen por los codos.

Narremos esos años dorados
sentados en carpetas escuchando
una que otra clase
y los innumerables momentos
que pasamos leyendo de cosas más interesantes.

Contemos, contemos, querido amigo,
lo mucho que nos hemos querido,
lo mucho que yo te extraño
y cuánto quisiera que estés acá,
porque no es lo mismo,
una canción de Joplin es como escuchar tu voz a lo lejos
y no me gustan tus susurros,
solo espero tus risas ahogadas
por el éxtasis de saber
que nos tenemos el uno al otro.


PD: Al amigo que ya no está.

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