domingo, 29 de abril de 2012

Poema de las 5am


Eres poesía,
visceral e imperfecta,
cruda
como la herida de  una espada
que desgarra tu piel
con el filo más letal
(que es la palabra).
Eres poesía.
Bella. Delicada
cual caricia de recién nacido 
sobre tu mejilla,
dulce,
capaz de llevarte al júbilo absoluto.
Eres poesía. 
Fuerte. Voraz. Épica.
Tal como la brisa envolvente de un tornado
que te traslada a otra realidad
para que puedas escapar.
Poesía,
eso es lo que somos,
lo que es la vida,
la pasión pura del día a día.
Eres poesía.
Tan hermosa y en construcción constante
y deconstrucción permanente,
que solo me queda enamorarme de ti
cada día.
Eres la vida misma,
cada sonrisa, cada cicatriz y viajera lágrima
que compartimos a lo lejos.
Eres mi inspiración
a las cinco de la mañana,
pidiéndome que no me vaya,
que deje de rendirme hoy,
o mañana o pasado mañana.
Eres poesía,
visceral e imperfecta,
un baño de agua fresca
cada mañana
que me da esperanzas
para seguir viva.

lunes, 23 de abril de 2012

Narración al cielo limeño





Hablemos con el cielo estrellado de las noches de otoño,
es momento de contarle la historia
de estos desadaptados sin gloria
que viven en la costa
y escriben poesía a escondidas.

Hablemos con el cielo de Lima,
tan plomo, tan gris, tan callado
el testigo nublado de nuestras andanzas
en pastos y avenidas
con un cigarro en la mano.

Contemos lo infelices que fuimos
por un día
para convertirnos, luego
en un par de locos cantando
una canción de Calamaro
mientras los poemitas nos salen por los codos.

Narremos esos años dorados
sentados en carpetas escuchando
una que otra clase
y los innumerables momentos
que pasamos leyendo de cosas más interesantes.

Contemos, contemos, querido amigo,
lo mucho que nos hemos querido,
lo mucho que yo te extraño
y cuánto quisiera que estés acá,
porque no es lo mismo,
una canción de Joplin es como escuchar tu voz a lo lejos
y no me gustan tus susurros,
solo espero tus risas ahogadas
por el éxtasis de saber
que nos tenemos el uno al otro.


PD: Al amigo que ya no está.

domingo, 22 de abril de 2012

También quiero...





Quiero llorar,
para así dejar de preguntarme
si lo nuestro fue realidad. 
sentir que con cada lágrima el dolor se va... 
se aleja del centro de mi corazón 
y migra a uno de los polos. 

Quiero gritar, 
sacar la ira de mi pecho,
descargar la frustración de un amor que no se dio,
de un amor
Que solo entendimos tu y yo.

Quiero llorar aferrándome a tu pecho,
clavando mis uñas para que no te vayas, 
para que no salgas por la puerta, 
para que seamos un nosotros
Para siempre. 

Quiero gritar 
mientras cierro los ojos 
para sentirme libre, 
para cambiar de libro,
para verme sonriendo en un espejo. 

No, ya no quiero recordar el dolor que sentí 
algún día. 
es mejor que me pare, 
limpie las lágrimas y siga.
Hoy brilla el sol,
como en esos días, 
pero hoy, 
hoy es un día cualquiera, 
un día en el que decidí 
seguir caminando.

miércoles, 18 de abril de 2012

S.T.


Hoy no cantes,
calla,
calla con ese silencio
de cementerio
que me encanta.
Calla, mi vida, calla
y olvida que
estamos en Comala.

Siente la brisa
lapidar tus huesos
y calla,
escucha el compás de la muerte
danzando en las calles
pobladas de almas en pena.

No cantes, mi cielo,
que no hay porqué cantar.
Todos nos estamos quedando acá,
en este purgatorio terrenal,
donde no hay nada
que hacer,
sino salir de las tumbas
para fingir
que nada ha pasado.



domingo, 15 de abril de 2012

No quiero enamorarme

No quiero enamorarme porque siento que me he enamorado demasiado. Siento que he dado todo y al final quedé como un ave perdida en época de invierno, agazapada en un rincón esperando un milagro.
No quiero enamorarme porque me cansé de dar todo, me cansé de tener el corazón roto por errores tontos que hemos cometido (sí, ambos). He amado, de eso no me arrepiento. Puedo decir que he amado, intensa y locamente y esas sensaciones de caída, de libertad, de prisión, de seguridad, de miedo, de alegría...fueron hermosas, pero ya no puedo seguir con eso.

No quiero enamorarme. Me cansé de adecuarme, de convertirme en alguien que no era, de mimetizarme y de olvidar mi esencia. Si quiero enamorarme de alguien es de mí, no lo tomen a mal. Quiero enamorarme de quien soy, con todos los defectos y virtudes que tengo; con cada una de mis cicatrices y mis kilos de más y de estas caderas que me avergüenzan y ese lunar cerca al labio que me encanta.
Quiero saber quién soy. Saber si de verdad quiero un tatuaje, si de verdad soy lo que creo que soy. Quiero salir de mi laberinto, de la oscuridad en la que me sumo cuando recuerdo todo lo que amé y todo lo que perdí. Cuando me perdí a mí misma, cuando por fin pude aceptar que me perdí a mí misma es cuando empecé a liberarme de esta careta, de esta actuación tan perfecta de niña buena y responsable.
Sé que soy Rashell: imperfecta, graciosa, tímida, sarcástica, ávida lectora (aún más escritora), amiga, hija, poeta, artista, un alma perdida que anda buscando su camino todos los pinches días y que espera aceptarse un poco más todos los días, que lucha por hacerse un espacito en el mundo en el cual diga "realmente existo".

No quiero enamorarme porque tengo miedo, tengo pánico de volver a terminar con el corazón roto, así que pienso bromear acerca del "amor" todo lo que pueda y escaparé siempre del tema con un "paaaaaso, eso no es para mí", aunque la verdad es que tengo miedo de que luego de encontrarme me pierda de nuevo y eso... esa sensación de impotencia que me llevó una vez no tan lejana a querer terminar con todo, esa sensación, ya no la quiero.
Así que mis paredes están más reforzadas, mi corazón está en una caja fuerte en el centro de la tierra y espero que nadie quiera buscarlo; no ahora, no cuando ni yo me amo.

jueves, 16 de febrero de 2012

Instrucción para un escéptico


Le disculpo,señor, que no me entienda.
Es que no es usted artista.
Le disculpo,señor,
las miradas de desprecio,
las cejas alzadas al escuchar un poema mío.
Le disculpo,señor,
cuán escandalizado se pone usted
cada vez que cito un poema de Poe, Eguiguren o Neruda
y que no pueda evitar recrimar
mis excesivos gastos en "libros baratos"
que solo incrementan mi "pobreza".
Le disculpo,
le perdono, mi querido señor,
cada uno de los detalles arriba expuestos.

Lo que me reservo de disculpar
es que insulte usted mi calidad de poeta
al decir que cualquiera puede escribir poesía,
¡Gran atrevimiento el suyo!
y es que le confieso...es más...le instruyo
que no todos tienen la paciencia y la pasión
para convertir simples palabras
como éstas
en una obra de arte,
porque le aseguro, mi estimado,
que cada poema -construido y estructurado-
es una obra de arte.

Soy una artista, mi estimado señor,
póngame los nombres que desee... loca, desquiciada, ilusa, renuente o rebelde;
diga lo que más le convenga
pero no olvide, en toda su vida, no olvide
que los paisajes más bellos
están dibujados en nuestra mente
que el amor perfecto
está colocado en el centro del corazón,
a la izquierda de los deseos,
que la paz...esa con las que muchos sueñan
está en la tinta del lapicero
que está unida a la mano
de ese pobre "iluso"
que mientras escribe
se siente la persona más dichosa del mundo entero.

martes, 14 de febrero de 2012

Proclamación de las 10 de la mañana



Tu voz circunda lo más recóndito de mi mente

escribo mientras me susurras la extrañeza de la distancia

y yo trato de acallarte por medio de música

que canto para dejar de pensar

en lo mucho que hemos perdido

pero en cómo llegamos a tenerlo todo.


Tu voz se hace cada vez más leve, más suave

se asemeja al eco lejano del caminante perdido

que espera ayuda,

no cuenta con que soy desalmada

no cuenta con que ya no tengo nada dentro del pecho

sino una colmena de fragmentos de un corazón roto

que se niega a reconstruirse.


¿Tu voz? Ya no la escucho.

Ha quedado un recuerdo tenue

de lo que una vez has sido, te he convertido en un fantasma.

Gran jugarreta mía, lo sé,

mas recuerda aquel dicho que quisimos negar una noche

en el amor y la guerra, se vale todo”

y hoy, me amo más que nunca

sin caretas,

sin falsas sonrisas

y siendo yo, de una vez por todas,

puedo mirarme por primera vez en el espejo,

sin remordimientos

y sin tu voz,

diciendo que no soy suficiente.